Entre las ramas


Te encontré en la noche tenebrosa donde ronda la soledad y llenaste el espacio vacío de mis latidos fugaces. Quería hablarte y decirte que te necesito. Morfeo golpeó tus ideas con tal fuerza que no logré romper tu silencio y tu forma de cuerpo encorvado co‎n agujas que te clavan la espalda se cerró hacia mí pelliscando lo poco que queda de fortaleza.
Quería decirte que los días son largos y los temores aún más, cuando este, que es mi cuerpo, reacciona sin saber hacia dónde va. 
Viene del encierro que se transforma en pesadilla cuando se hace la oscuridad. Teme y piensa que no volverá. Y ahí está este ser, que cierra los ojos y anhela deslizarse taciturno, melancólico, abrazando la libertad. Lo desconocido. Ese entramado negro que no logra descifrar hasta que caiga el día y la noche se eleve dejando un manto gris de nublosas ideas y el velo sútil de tu presencia.

Mll D.

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