Ese día... día de la mujer

Tuve la suerte de crecer con una madre que me enseñó desde muy niña que mi cuerpo era mío, que nadie tenía derecho a tocarlo sin mi permiso, que debía defenderme. Y tuve la suerte de crecer en un entorno sano y coherente.
Y sin embargo, la primera vez que deslizaron la mano por mi pierna, sin que yo lo quisiera, tenía 9 años. Luego, como quien no quiere, te arrinconan entre tres a hacerte cosquillas y de paso descubrir tu cuerpo en maduración. O te vas a un concierto y el borracho de turno te abraza, te defiendes, te manosea y te patea, sin que ninguno de tus acompañantes diga tan siquiera una palabra, ni cotra él, ni hacia ti. O ese beso que se vuelve toqueteos aunque digas no... Y en todo eso una esta sola frente al otro.

Pero lo que nunca dejó de sorprenderme es que, salvo por el borracho, todas esas manos tienen nombre y apellido. La gran mayoría eran varones adolescentes, criados también en entornos tranquilos, que hacían parte de mi vida corriente y que decidían, así, como en un juego unilateral, descubrir su sexualidad a través de mi cuerpo y el de otras niñas y chicas, sin preguntarnos.
De todo esto, lo que me molesta es no haber señalado con el dedo en su momento porque aunque no se grita, no se olvida. No sólo debí aprender a huir, sino debería haber aprendido a denunciar.
Así que hoy es el día de la mujer. Y para quienes tenemos hijos e hijas, a ver si logramos evitar que sean ese cuerpo, y también, a ver si logramos evitar que sean esas manos.
Sin agresor@s, no hay abusos.
Feliz día.
  

Mll D.

...